jueves, 19 de marzo de 2020

¿Por qué mis gatos callejeros no son importantes?

Hola amig@s. Espero que todos andéis bien, Corren tiempos oscuros porque mentes oscuras desean que pasemos miedo. La gente con miedo es más maleable. Tenernos encerrados en casa temiendo hasta la tos del vecino por el patio de luces es una forma de tenernos amedrentados y perdidos, sintiéndonos débiles e impotentes. Pero no es del corodepush (le quito poder no nombrándolo) de lo que quiero hablaros en sí, si no de las escasas excepciones por las que podemos abandonar nuestra morada, entre la que, como sabéis, no se encuentra acudir a nuestra cita con nuestros buenos amigos, los gatos callejeros.
El que más o el que menos amante de los gatos, tiene una colonia gatuna a la que alimentar. Algunos de nosotros tenemos que coger el coche para llegar hasta ellos, incluso cruzando varios pueblos, pero, en estos momentos algunos lo tenemos difícil si no imposible para llegar al ansiado deseo: llenarles la panza a nuestros queridos gatusos. La persona que me llevaba a mis gatitos de cobatillas (son los gatos que alguna vez se alimentaban  del restaurante Cobatillas, antiguo Gambrinus, un lugar excelente con una familia de lo mejor,, a la  que todos los amantes de los gatos, que somos muchos, debemos estarles superagradecidos) está muerta de miedo por este estado de cosas, y no quiere ni oír hablar de conducir estos kilómetros. Los amigos de los gatos somos duros combatientes: no me importaría subirme a un bus, y decir que voy para la farmacia, por ejemplo, pero soy coja, ir sola por andurriales donde no llega ni el transporte público para mí es totalmente imposible.
Así supongo que estará más de uno, sin poder alimentar a sus gatos. Además, muchos gatos eran alimentados de las sobras que algún bondadoso cociner@ de mesones y restaurantes les ofrecían cada noche. ¿Qué será de estos gatos con estos cerrados, qué será de mis gatos de cobatillas? Aunque algo me dice que no debo preocuparme, que precisamente esta familia y otras de la zona echarán una mano, cual ángelitos sustitutos a estos mininos que ningún daño hacen a nadie.  Ya os contaré el final de la historia, pero seguro que dicha gente no nos decepcionan.

1 comentario:

  1. Todavía no puedo creer que no sé por dónde empezar, mi nombre es Juan, tengo 36 años, me diagnosticaron herpes genital, perdí toda esperanza en la vida, pero como cualquier otra, todavía busqué un cura incluso en Internet y ahí es donde conocí al Dr. Ogala. No podía creerlo al principio, pero también mi conmoción después de la administración de sus medicamentos a base de hierbas. Estoy tan feliz de decir que ahora estoy curado. Necesito compartir este milagro. experiencia, así que les digo a todos los demás con enfermedades de herpes genital, por favor, para una vida mejor y un mejor entorno, póngase en contacto con el Dr. Ogala por correo electrónico: ogalasolutiontemple@gmail.com, también puede llamar o WhatsApp +2348052394128

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