martes, 12 de abril de 2016

Barritas jugosas de Mercadona, ¿No engañan?

Yo quiero lo de siempre...... La semana pasada empecé un paquete de barritas de premio Lucy, la marca de Mercadona. Ya me pareció raro al trocearles la barrita la textura de la misma, parecía goma de mascar endurecida y ni siquiera podía trocearla con los dedos, como es lo habitual. Mis gatas adoran este tipo de premios, de hecho creo que son bastante adicctivas, porque nada más escuchar el sonido que produces al agarrar el envase de plástico, vuelan hasta la cocina y se ponen muy ansiosas mientras se las estoy partiendo, se empecinan en ser la primera en tomarlas. Pero esa mañana, ninguna de las gatas quiso probarlas. Se acercaron, las olisquearon, pero dieron media vuelta. Todas excepto Grace, la más apasionada por las barritas... Grace, fue la única en comer, y gracias que dejó una parte, al día siguiente mi gata tuvo vómitos, que se repitieron toda la semana. Ahora ya está bien, pero ha estado malita, la han tenido que visitar, y nos ha tenido muy preocupados. Antes no tenía la seguridad, pero me di cuenta de que no era la primera vez que las barritas presentaban un aspecto raro: un olor muy marcado y desagradable; otras veces salían resecas y deshidratadas o, todo lo contrario, asquerosamente humedas, como si hubieran ahorrado en el tiempo de asarlas. No tuve más remedio que relacionar otros vómitos del pasado, aunque sin durar tanto como esta vez, con las barritas dichosas... Reconozco mi culpa como mami de gatas: al ser un producto de premio solo había mirado por encima la composición, que, por supuesto, sí he observado con lupa ahora... El hecho que en la descripción sea tan generalista como "carnes o subproductos cárnicos" o "subproductos de pescados", no genera demasiada confianza... Por supuesto, como imagináis, estoy totalmente decepcionada y he perdido toda la confianza en los productos para gatos de Mercadona. Y no solo con las barritas, pues recordé que tampoco era la primera vez que uno de mis gatos rechazaba un pienso de marca blanca de este supermercado. Como no iba a probar los granos, lo que hice fue pasar un dedo por encima y probar, y sí, era lo que me temía: los microgránulos que iban adheridos al pienso no eran otra cosa que sal. Por supuesto, hace tiempo que lo borré de mi lista de la compra... De momento, con las barritas en la basura, ya me ha generado no solo la perdida ecónomica, que es lo de menos, sino la problemática de tener que sustituir este producto tan querido por ellas, por otro... Me parece que Mercadona tiene demasiado amor por los beneficios y poco respeto por nuestros queridos gatos. Claro, saben que nuestros queridos amigos no pueden quejarse ni decir: ¡mami, esto está malo!
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